La nueva era de TV
Hace años, cuando la televisión a color empezó a ser más
accesible para los mortales, es decir que podías conseguirla a buen precio en
Tepito, el barrio comercial por excelencia de la ciudad de México, a la par
podías conseguir las video caseteras, las cuales reproducían películas en
formato VHS y Beta.
¿Dónde conseguíamos películas? Pues eso al principio también
fue difícil y muy caro. Al rescate llegó primero Video Visión que después se
llamó Video Centro, un local que te las rentaba en dichos formatos para que las
pudieras ver en la comodidad de tu casa. Y qué odisea era el querer ver una
película. Regularmente los amigos salíamos juntos al video club para pasar
horas discutiendo qué llevar. Cuando al final decidíamos cuál sería, no faltaba
aquel que llevaba una más para no quedarse con las ganas.
El ritual comenzaba con hacer las palomitas y no eran de
micro hondas, esas se hacían a la sartén con aceite como antes, y sabían mejor.
Comprábamos cueritos de cerdo, hartos refrescos, dulces y golosinas para todos reunirnos en la
sala a ver la película. Unos días eran de hamburguesas al carbón, otros tortas,
quesadillas, hot dogs, de todo.
Ahora solo queda Blockbuster, la franquicia americana de los
video clubs. ¿Han entrado a uno? Me
encanta el olor a palomitas en el ambiente, el ruido amortiguado por la
cantidad de películas en las paredes, y que después de darte una vuelta te
dices una y otra vez: ¿Y esta pelí, no sabía nada de ella? Los coleccionables y
ahora con la renta de video juegos. No, no se trata de un comercial pero creo
que estamos dejando de perder el toque de mantenernos activos aunque sea para
ver una película en nuestra casa.
¿Qué sucede ahora? Netflix es un boom en cuanto a películas y
series. Por solamente una módica cantidad al mes puedes reproducir cualquiera
que desees, sin importar cuántas veces ni en cuánto tiempo. Solo escoges y ves.
¿Cómo surgió? Cuando ahora su creador había olvidado entregar unas películas que
rentó en Block y sabes que penaliza con un costo extra si eso sucede. Enfadado
decidió hacer algo diferente creando el streaming de películas. El streaming es
la transmisión a través de internet de datos que se almacenan en el bufer, o
memoria volátil, solo la cantidad suficiente para reproducirse. Esto comenzó
desde hace años con las radios por internet, después fue YouTube y ahora
Netflix se quedó con las películas. Esta tecnología no permite que descargues
la película pero sí que la reproduzcas.
Oye, qué padre, dirán muchos. Sí, tal vez, si piensas que
con tan solo encender la TV y seleccionar lo que ves sin moverte es buena idea.
Yo creo que lo bueno de la renta como antes es el hecho de saber que si quieres
ver una película tienes que transportarte, viajar en un espacio tiempo hacia el
lugar donde te las rentan. Percibir el ambiente que te envuelve y disfrutarlo.
Digo hasta el saludo amable de los que te atienden se agradece. No digo que sea
malo Netflix, al contrario, tiene series completas muy buenas que ya en otros
posts les comentaré, y como ya dije, es muy barato.
Ya sé, muchos pensaran que mente anticuada escribe este post
pero existen generaciones que estamos más acostumbrados a interactuar con otros
en persona. Lamentablemente en pocos años los video clubes dejarán de existir
como ya ocurrió en USA, y seguramente como hemos visto que sucede como con los
acetatos de vinil, en un futuro regresaran contadamente los video clubes con
servicios VIP y extra caros porque la moda será “que te atiendan personalmente
y te apapachen en la tienda mientras buscas tu película favorita”. Así de mal
estamos.
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