Visita al Distrito Federal

Ciudad de México. Atroz. Desesperante. Asfixiante. ¿Qué más podre añadir?

Hoy tuve que visitar México, y subrayo tuve porque cada vez que lo hago me arrepiento. Y no es por lo feo pues la ciudad en sí es hermosa.

Entré por Santa Fe y que bárbaro, sus enormes edificios con arquitectura vanguardista de verdad que impresiona, y al centro un centro comercial “chic” como le dicen con boutiques caras y restaurantes para ricos.

Usé la ruta de Santa Fe para evitar los arreglos de la entrada principal Toluca México. Aún así me tomó dos horas llegar al centro de la ciudad y un trafícal, carros y más carros, demasiados carros.

Lo único verde que noté en la ciudad fue el bosque de Chapultepec porque de ahí en adelante toneladas de concreto. Por supuesto que los rayos solares son absorbidos por el asfalto de las calles y me sentía dentro de un horno.

Pues al fin llegue, hice lo que tenía que hacer y pase a retirarme. Qué fácil se dice pero imaginate subir once pisos por las escaleras porque los elevadores no funcionan.

El regreso fue más refrescante y un poco más rápido. Hora y media más o menos. Pero pase cerca de la reparación que esquive por la mañana y no saben, fácil eran más de veinte kilómetros de automóviles, camiones y trailers uno tras de otro.

El paisaje es increíble. Enormes edificios con colores suaves. Edificios pequeños de colores chillones. Casas delgadas entre edificios anchos. Casas extrañas.

Intenté capturar la imagen de una tienda de lucha libre que me dijeron es de Blue Demon y Mil Mascaras. Hasta las capas brillantes con mascaras al estilo El Santo puedes encontrar ahí.

Increíble. Con ganas de regresar. Con ganas de no regresar.

 

Salud para todos.